Abraham

Abraham, patriarca bíblico y, conforme el libro del Génesis (11,27; 25,10), padre de los hebreos, que al parecer vivió entre los años 2000 y 1500 a.C. Para los musulmanes, Abraham, a quien llaman Ibrahím, es un antepasado de los árabes, por causa de que es el padre de Ismael, del que se juzgan descendientes. En otro tiempo se pensó que era coetáneo de Hammurabi, monarca de Babilonia. El relato bíblico de su vida se encarga de tradiciones preservadas por transmisión oral más que en archivos históricos.

Llamado Abram inicialmente, fue el hijo de Tare, un descendiente de Sem, y nació en Ur, ciudad de Caldea, donde se casó con su hermana por parte de padre Saray o Sara. Ambos dejaron Ur por inspiración divina y se dirigieron a Harán junto a su sobrino Lot. Al obtener la promesa de que Dios haría de él una “nación grande”, Abram se desplazó a la región indicada, Canaán, donde vivió como un nómada. El hambre le llevó a Egipto, sin embargo fue expulsado por presentar a Saray, su mujer, como su hermana. Posteriormente a retornar a Canaán, Abram y Lot se separaron tras las enfrentamientos surgidas entre ellos y sus pastores; Lot se sostuvo en las cercanías de Sodoma (véase Sodoma y Gomorra) y Abram continuó con su vida errante. Después, rescató a Lot de la cautividad del monarca Cordorlahomor de Elam y fue sacralizado por el sacerdote Melquisedec, monarca de Salem. Por lo tanto, Dios garantizó a Abram un hijo de su cónyuge Saray, le repitió sus iniciales promesas y las confirmó con una alianza.

Cuando Abram renovó esta alianza, se fijó el rito de la circuncisión, su nombre se transformó en Abraham, y el de Saray en Sara. Dios, a través de unos ángeles, volvió a prometerle que tendría un hijo varón de su cónyuge. Al reportarle de que iba a destruir las ciudades de Sodoma y Gomorra debido a la depravación de sus habitantes, Abraham le suplicó que no lo hiciera. Dios le comunicó que salvaría las ciudades si pudiera encontrar apenas diez hombres justos, sin embargo, al no encontrar ninguno, cumplió su amenaza.

Ismael, primer hijo de Abraham y de Agar, una esclava egipcia, nació en el momento en que Abraham tenía 86 años. Los musulmanes árabes consideran a Ismael como su progenitor. Isaac, hijo de Abraham alumbrado por Sara en el momento en que éste tenía 100 años, fue el primero de sus descendientes legítimos. Dios solicitó que Abraham sacrificara a su hijo como prueba de fe, aunque por su definitivo obediencia, Dios le aceptó salvarle y le recompensó con una renovación formal de su promesa. La tradición islámica cita a Ismael, no a Isaac, en el sacrificio perdonado. Posteriormente a el fallecimiento de Sara, Abraham se casó con Queturá y tuvo seis hijos. Murió a la bíblica edad de 175 años y fue enterrado junto a Sara en la gruta de Macpelá, en lo que hoy es Hebrón.

Cristianos, musulmanes y judíos aceptan a Abraham como encarnación del hombre de fe inquebrantable, visión que aparece evidenciada en el Nuevo Testamento.

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