Abdomen agudo

Abdomen agudo, situación clínica que se presenta como un cuadro abdominal agudo, cuyo síntoma destacado es el dolor. Este cuadro recomienda la existencia de un trastorno grave que puede poner en peligro la vida del enfermo y que, en muchos casos, se resuelve a través de una mediación quirúrgica de urgencia. Es característica la rapidez de instauración del cuadro (proceso agudo).

2 CAUSAS DEL DOLOR ABDOMINAL AGUDO

El origen del dolor abdominal agudo es muy diversificado. Puede deberse a una hinchazón del peritoneo (membrana que recubre las paredes y los órganos del abdomen), como ocurre en los casos de pancreatitis y úlceras o apendicitis perforadas; a una obstrucción de un conducto o de un órgano hueco (intestino, vías biliares, uréteres); a un traumatismo o infección de la pared abdominal; a un trastorno de los vasos sanguíneos (trombosis, embolias, roturas, compresión) o a una distensión de la cápsula que recubre las vísceras sólidas (hígado, riñón).

Es necesario tener en consideración que el dolor abdominal puede deberse igualmente a trastornos localizados fuera del abdomen, como procesos en el tórax, los genitales y la columna vertebral, o a desencadenantes más generales como cambios de tipo metabólico.

3 DIAGNÓSTICO

Ante un paciente con un cuadro de abdomen agudo es necesario determinar, de una forma rápida y eficaz, si está o no indicado el tratamiento quirúrgico. A veces resulta difícil, ya que los señales que recomiendan el menester de cirugía son muy exiguos.

Para realizar el diagnóstico, se debe apreciar el tipo de dolor a través de un interrogatorio detallado y una exploración física minuciosa que, además, debe secundarse en la realización de diferentes pruebas (análisis de sangre y orina, radiografías de tórax y abdomen, ecografía, tomografía computarizada y laparoscopia). El médico precisa conocer la forma de comienzo de las molestias, ya que si el dolor se instaura de forma inmediata y es de gran vehemencia es probable que el cuadro sea grave y requiera cirugía. Se debe hacerse con información relativa a la permanencia y características del dolor, pues los dolores de tipo cólico (oscilantes y episódicos) suelen indicar un cuadro de obstrucción o cambios de la motilidad de una víscera hueca, mientras que, por lo general, el dolor sordo y perseverante es más propio de hinchazón. Igualmente deben juntarse datos sobre la localización, la irradiación, así como sobre las circunstancias que alivian o agravan las molestias. El aspecto de las heces y la sintomatología que va junto al dolor, como la fiebre, las náuseas, los vómitos, la sudoración o el hipo, resultan igualmente importantes en la crecaión del diagnóstico.

Las desencadenantes más frecuentes de abdomen agudo son los cólicos biliares o colecistitis agudas, las pancreatitis agudas, las apendicitis agudas (la razón más común en los niños), la obstrucción intestinal, la perforación de una víscera hueca y la diverticulitis aguda. El tratamiento depende siempre de la razón que origine el dolor.

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